La guerra por la IA recrudece: Google invierte US$ 2000 millones en Anthropic

La guerra por la IA recrudece: Google invierte US$ 2000 millones en Anthropic

Microsoft viene liderando el avance y la inclusión de esta tecnología en sus plataformas de la mano de OpenAI. Google hizo un importante movimiento para no quedarse atrás.

La guerra por la Inteligencia artificial: Microsoft lleva la delantera pero Google pisa el acelerador.

La mirada de Microsoft está puesta en la industria de la inteligencia artificial hace años. En 2019 la empresa fundada por Bill Gates hizo uno de sus grandes primeros movimientos: invirtió 1000 millones de dólares en OpenAI, una empresa que en ese momento había nacido hacía dos años y que estaba haciendo avances interesantes en el mundo de las IAs. Tiempo después notaron que su primera inversión había dado en el blanco.

Con GPT ganando tracción, Microsoft decidió dar otro paso: en enero de 2023 anunció la inversión de 10 mil millones. Así la compañía creadora de Windows, que se quedó con el 49% de participación en la empresa, logró posicionarse como una de las grandes competidoras en lo que tiene que ver con la inteligencia artificial y convertirse en punta de lanza en lo que tiene que ver con la inclusión de chats generativos en buscadores, porque GPT ya funciona en Bing.

Google, que miraba de costado sin demasiado para ofrecer, decidió hacer lo suyo invirtiendo esta semana US$ 2000 millones en Anthropic, competidora de OpenAI que, justamente, fue fundada por ex ejecutivos de la compañía creadora de GPT. El acuerdo involucra un desembolso de 500 millones en efectivo ahora y 1500 millones después. Y no es la primera vez que la gran G se acerca a Anthropic. En abril invirtió otros 300 millones de dólares en la empresa.

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El acuerdo con Google en abril posicionó a Anthropic como una de las más importantes compañías del sector. Tanto que el mismo mes representantes fueron invitados a la Casa Blanca para hablar con Kamala Harris, la vicepresidenta de Estados Unidos, sobre el desarrollo responsable de estos algoritmos.

Este tipo de acuerdos son cada vez más comunes. Si bien compañías como Microsoft, Google o Amazon tienen la infraestructura para crear modelos propios, ninguno por ahora está posicionado como para presentar un competidor digno. Y las startups que están desarrollando los algoritmos que valen la pena tienen problemas de falta de recursos. Por eso estamos viendo cada vez más uniones de este estilo: de un lado tecnológicas con un bolsillo abultado, del otro emprendimientos con desarrollos de avanzada.

Claude, el “gran” producto de Antrhopic

Así como el gran producto de OpenAI es GPT, el de Anthropic es Claude, un modelo que, según expertos, es de los mejores que hay actualmente en el mercado. De hecho Arthur AI, una plataforma que se encarga de monitorear algoritmos de machine learning, reveló que Claude es el chatbot más confiable en términos de “autoconciencia”, lo que significa poder “comprender con precisión” lo que sabe y lo que no, y responder solo preguntas para las que tiene datos fehacientes.

Este se trata de un dato clave si tenemos en cuenta las alucinaciones en el mundo de las inteligencias artificiales. Las alucinaciones en IAs generativas se tratan de información que, por más que esté escrita de forma coherente y creíble, tienen datos incorrectos. En pocas palabras, son “inventos” de los algoritmos.

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Además, Claude tiene la habilidad de resumir alrededor de 75.000 palabras, que es lo que tiene aproximadamente un libro de más de 200 páginas. GPT, por su parte, puede manejar alrededor de 3.000.

La salida de OpenAI

Uno de los detalles más interesantes es cómo nació Anthropic. Dario Amodei, CEO y cofundador de Anthropic, trabajaba como Jefe de Investigación para OpenAI cuando se cerró el acuerdo con Microsoft. Esa fue la primera piedra en el zapato para Amodei, que se quejó con Sam Altman, CEO de OpenAI.

El empleado temía que el acuerdo le permitiría a Microsoft vender tecnología que utilizara los algoritmos de OpenAI antes de que pudiesen pasar por los testeos de seguridad necesarios. Además, también le preocupaba que el acuerdo le diera a la compañía fundada por Gates demasiado control y alejara a OpenAI de su intención fundacional de ayudar a los usuarios.

Así es como nace Anthropic. De la mano de desarrolladores que quisieron alejarse de Sam Altman y las decisiones de negocio que estaba tomando. Su idea fue crear un chatbot no solo más “inteligente” que GPT, sino más certero y que no le de a los usuarios información falsa. Clave considerando cómo, cada vez más, estos algoritmos son creados para crear noticias falsas y desinformación.